24 enero 2010

Una historia de amor diferente...

La Mala iba sobre su corcel, un enorme hipogrifo negro, con las crines doradas. Cuando le vio, El Bueno venia cabalgando en un unicornio plateado. Cuando sus miradas se cruzaron, un escalofrío les recorrió a los dos. Él pensó que nunca había visto un pelo tan largo, leonino y azabache y ella que se podría perder en el mar de sus ojos azules. Se sonrieron, la primera vez que El Bueno y La Mala se vieron se sonrieron, y de hecho, se gustaron bastante. Se pusieron a conversar, ella se sonrojo y a él se le dilataron las pupilas.

Más tarde cuando ella estaba en la más alta torre de su castillo, pensaba en los hoyuelos que le salían cuando sonreía. Y luego se sentía extraña por tener pensamientos buenos, pero así son los malos. Él por otro lado, compuso una canción, hablaba de los oscuros ojos de ella, y las ganas que tenia de volver a verla. Sabía que era peligrosa, pero no le importo, tuvo claro desde el principio que su amor la salvaría, el amor vencía al mal siempre, o eso creía él.

Y así, La Mala y El Bueno se enamoraron. Por increíble que parezca. Sus amigos se sorprendieron, pero se decían a sí mismos que se complementaban, otra cosa no, pero la verdad es que eran lo más opuesto que existía. Hacían cosas neutras juntos, como ir al cine o al teatro, aunque en cuanto a las opiniones diferían, disfrutaban viendo sus diferentes puntos de vista. Cuando paseaban por la calle y veían un vagabundo él le daba dinero y ella le ponía la zancadilla. Cuando veían a un niño ella le robaba el caramelo y él le hacía carantoñas. Y cuando conducían ella se saltaba los semáforos en rojo y él pagaba las multas. Paso el tiempo y cada vez se llevaban mejor, cada vez estaban más unidos.

Hasta que un día él rompió un plato, y ella se enfado. Entonces él se dio cuenta de todos los platos que había roto ella y se enfado mas, la llamo egoísta e hipócrita. Le chillo como nunca había chillado a nadie. Ella se sintió mal y lloro, sintió pena y tristeza, sentimientos nuevos en ella. Poco a poco sus personalidades volvieron al sitio, donde siempre habían tenido que estar. La Mala se enfado, dejo a un lado todos los pensamientos buenos y se dedico a hacer estallar cosas. El Bueno se tranquilizo y se puso en plan compasivo, le prometió que la perdonaría y que todo sería como antes. Pero ya era tarde, los dos sabían que los instintos no se pueden cambiar, que el bien y el mal serán enemigos siempre. Se separaron. Por haber intentado ir contra las leyes su castigo seria no estar juntos nunca más.

Ella intento superarlo como pudo. Invadió países, esclavizo, humillo y mato. Enterró vivos a mil homófobos y violo a quinientas vírgenes. Pero seguía sintiéndose mal, seguía llorando por las noches y odiando a El Bueno por haber hecho que se sienta así de desgraciada. Él cruzo el mundo descalzo, haciendo el bien. Dando amor y alimento a los necesitados. Construyo hogares y creó una religión que se basaba en el amor y el respeto. Pero cuando caía la noche, miraba al fuego y deseaba estar con ella, aunque le enfurecía el mal que causaba y estaba totalmente en contra. La guerra entre el bien y el mal había vuelto a empezar, que cada uno se imagine el final…

¿Nunca has pensado que El Bueno y La Mala deberían estar enamorados?

1 comentario:

Junom dijo...

Muy bien escrito, me encanta ^^