[Tiene casi 20 años
y ya esta cansada de soñar...]
Existe cierta tradición de que en mi cumpleaños, y es que todo salga mal. Para mí es una fecha que, en general, no me hace mucha gracia. Es como noche vieja, son días para aficionados, en los que se supone que te lo tienes que pasar bien, y contar interesantes aventuras sobre qué hiciste. Cuando en verdad lo que a mí me apetece hacer en acostarme el treinta de diciembre y despertarme el dos de enero y de esta forma saltarme todo lo que conlleva esa desagradable noche.
Mi gran mala suerte con estas fechas tuvo su cumbre en mi dieciocho cumpleaños, que decidí hacer una gran fiesta en el piso de Benicàssim. Para empezar diluvio, como en eran las fiestas del pueblo nos tuvimos que ir al Mercadona del grao en el cacharro móvil del novio de Ros. Cuando llegamos allí dejo de llover, compramos alcohol para cien personas (aun hoy tenía guardado un poco de ese vino de tetrabrik, que ya se había avinagrado). Salimos y volvía a llover, conseguimos llevar el carro hasta el coche sin armarla mucho. Y cuando ya estábamos todos subidos y puestos en marcha, Á se da cuenta de que se ha dejado la mochila en las taquillas, vuelta al Mercadona. Con lo que llegamos a la conclusión de que Dios es cajera del Mercadona y no quería que nos alejáramos. Nos pusimos rumbo a Beni, cuando empezó a diluviar con tanta fuerza que el coche empezó a hacer cosas raras, y a la vez Lol me llamo diciendo que en mi casa la cocina había explotado y que estaban todos acojonados. Así empezó uno de los peores días de mi vida, y os aseguro que fue de mal en peor.
El año pasado decidí que no quería hacer nada, pero Garxia-Garxia y Guille, quisieron celebrar el cumple juntos en la sierra. Dentro de lo que cabe no estuvo mal, pero el día siguiente nadie sabía que también había sido mi cumple, nadie me felicito y tampoco hubieron regalos.
Por lo tanto este año he decidido que como no quería encargarme de la tediosa obligación de organizar una fiesta, convencí a todos mis conocidos de que la fiesta fuera sorpresa. Todos accedieron y me pusieron cara rara porque menuda fiesta sorpresa si lo digo yo. En resumen es este sábado, y con lo que todo el mundo me ha dejado caer, con lo que la gente me ha dicho sin querer, es la fiesta sorpresa menos sorpresa del mundo.
Espero que al menos este bien.
